Es una suerte llegar a casa después de un día intenso de intensas actividades cotidianas, cansada y pensando como hacer una comida rápida para todos. Llegar y toparte en la entrada de casa con un
aroma a comida casera. Abrir la puerta y confirmar que es en tu casa.
Es maravilloso entrar e ir a la cocina tras el rastro del magnífico
aroma y visualizar en el horno, gratinándose, una tremenda lasaña. Ver la sonrisa de tu pareja ante tu sorpresa. Sin
palabras. Me lo he comido a besos…se los merecía y se los ha ganado a pulso.
Además, me ha sorprendido comprobar cómo mis nuevas pautas alimenticias y estilos de cocinar también están
haciendo mella en casa, en mi marido y mis hijas.
Ha preparado una lasaña de verduras utilizando las especias que más me gustan. Impresionante. Y encima al servirla a la mesa y cortar, me ha dejado boquiabierta esa jugosidad y ese juego de color entre el naranja de la calabaza y el verde de las espinacas. Impresionante, otra vez! Otro pedazo de achuchón!!
Ha preparado una lasaña de verduras utilizando las especias que más me gustan. Impresionante. Y encima al servirla a la mesa y cortar, me ha dejado boquiabierta esa jugosidad y ese juego de color entre el naranja de la calabaza y el verde de las espinacas. Impresionante, otra vez! Otro pedazo de achuchón!!
También ellos nos pueden conquistar por el estómago y a mí me
ha dejado más que enamorada. Ainnnsssss!!
Hay que aprovechar las espinacas, mi eco-pagés dice que se
acaba la temporada. La calabaza también es un vegetal de invierno, hay que
darle las últimas salidas para dar paso a los vegetales y frutas de primavera/verano.
No sé si os conté que en una de las charlas de Biocultura, una ponente llamada Silvia Membribe nos contó,entre otras cosas, que debemos consumir cada verdura en su
estación pues en cada estación tenemos necesidades diferentes.
Así la primavera da verduras de hojas verdes que suben
altas en busca del esperado sol después del descanso invernal. Epoca de crecimiento de las plantas, momento para germinar y plantar.
El verano nos invade a frutas para hidratarnos y remineralizarnos,
frutas de las que hay que aprovechar su energía, captada por el mimo que les ofreció el sol. Hay que comer mucha fruta en verano.
En otoño priman las verduras de tierra. El sol se aleja y la energía se recoge en la
tierra dando paso a las verduras de formas redondeadas como la col, coliflor y demás. Hay más alimentos de raíz
(rábanos, tubérculos, cebollas tiernas, zanahorias…) pues el intestino necesita este tipo de
alimentación en este momento del año.
Que comer frutas tropicales en invierno (como por ejemplo, la piña) nos enfrían el organismo alterándolo y estresándolo, abriendo la puerta a enfriamientos y constipados.
Que comer frutas tropicales en invierno (como por ejemplo, la piña) nos enfrían el organismo alterándolo y estresándolo, abriendo la puerta a enfriamientos y constipados.
Que bien hablaba y que bien lo explicaba ella, dando tanto
sentido a lo que decía, y es que en verdad todos coinciden e insisten en que las verduras y las frutas, de temporada y
de proximidad. ¡Y no hay más!
Ingredientes
de la Lasaña de Espinacas y Calabaza
-1 manojo de Espinacas.
-1/2 calabaza.
-Placas de lasaña.
-1/2 litro de salsa bechamel.
-Queso rallado.
-Queso azul tipo Gorgonzola.
-2 ajos.
-1 puñado de piñones.
-Aceite de oliva virgen.
-Sal marina.
-Cúrcuma.
-Pimienta negra molida.
-Comino molido.
Elaboración
de la Lasaña de Espinacas y Calabaza
Sofreír unos ajos en una sartén con aceite de oliva virgen,
añadir los piñones y a continuación las espinacas, lavadas y cortadas
previamente. Cocinar unos minutos, añadir el queso azul, la cúrcuma y reservar.
En un cazo habremos hervido unos minutos la calabaza.
La chafamos con un tenedor, salpimentamos, añadimos el comino
y reservamos.
Hacer la salsa bechamel, no repito los pasos pues ya os lo he
contado en otras ocasiones.
Cocer las placas de lasaña 12 minutos aproximadamente o seguir los consejos del
fabricante.
Montar la lasaña engrasando una bandeja de horno y alternar
capas con las placas, el puré de calabaza, las espinacas y la bechamel. Queda
más jugosa (que me lo ha dicho mi chico) si a las espinacas le añadimos unas
cucharadas de salsa bechamel.
Acabar con la capa de bechamel generosa, espolvorear con queso rallado y gratinar en el horno a 180º hasta que esté tostadita por arriba.
Que suerte la tuya ;) Menuda sorpresa llegar a casa y encontrarte esta super lasaña!!
ResponderEliminarY que interesante lo que cuentas de la fruta y verdura, muchas veces cogemos todo lo que vemos en la tienda o el super, sin pensar en si son productos de temporada y si nos afectan positiva o negativamente en nuestro organismo... Besitos
Gracias Ester por tu comentario, en verdad si que es una sorpresa encontrarte este rico plato, espero se repita más veces...jajaja
EliminarMontse que receta sana y rica.
ResponderEliminarGracias alcachofina, tú si que haces cosas ricas. Un besazo.
EliminarMadre mía, pero qué suerte llegar y encontrarse algo así... ojalá me ocurriera lo mismo :) Mi marido es buen cocinero pero sólo hace cosas sencillas: arroz o verduras a la plancha, y poco más... pero bueno siempre da alegría de todos modos!
ResponderEliminarPues ya hace más que muchos, yo tengo la suerte de que cuando no llego a la cocina , él me suplanta y lo hace bien. Por ahí se empieza. Un beso y gracias por tu visita.
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