Después de visitar
Marruecos, me siento fatal pensando en la mala imagen culinaria que yo
me había creado y es que
después de haber visitado 10 paises diferentes es, sin duda, el país
donde mejor y más rico he comido.
Todo delicioso, sin prejuicios y a la vista, su
forma de cocinar es buenísima y sanísima. Mucha verdura y mucho té, y si algún
guiso lleva un pedazo de carne, como el cuscús o el tajine, éste es un guiso de
carne saludable criada en libertad por esos bonitos campos, sin hormonas de
crecimiento ni colorantes artificiales. Pollos que crian en la misma polleria y ganado que se compra en los mercados que ha vivido pastando por esos bellos campos marroquís.
Las verduras y las frutas se venden también en el
mercado, pero con su tierra y sus defectos, cada pieza es única y diferente a
las demás, sin brillos de productos y sin restos de polvos pesticidas. Naranjas
y mandarinas color mate con una dulzura hasta exótica. Tomates como los de mi
pueblo, que hacen un picadillo por ellos mismos sin necesidad de sus compañeros
de ensalada, tomates que saben a eso, a tomate.
Y no voy a entrar al trapo con los dulces
marroquís, ya todos sabéis la cantidad de variedad que se encuentran, es casi
imposible pasar por los escaparates y no entrar a disfrutar de unas galletitas
de miel y almendras, y aunque el azúcar es refinada, las materias primas son
mas naturales que las nuestras. En las casas particulares y en las panaderias compran
el trigo y lo muelen en casa o en el obrador, a fín de conseguir una
harina con todo su sabor natural.
Allí se empieza el día con un buen desayuno
así que allá donde fueras haz lo que vieras, hemos seguido los buenos consejos
de Mohamed y Hakima. Para desayunar, pan fresco del dia con aceite de oliva
virgen para mojar, aceitunas, mermelada de naranja hecha por su madre, bizcocho
casero regado con té de menta o café. Ambos riquísimos. Ah!! Los dátiles son
muy importantes en el desayuno.
En el valle de Ourika, donde hay mucho argán,
también se desayuna con una mezcla de aceite de argán, almendra molida y miel,
una bomba calórica exquisita y saludable que te hacia tirar hasta el medidodia
sin necesidad de picar entre horas. ¡Riquísimo!
Al mediodía el plato principal en Marruecos es el
tajine, tajine de verduras con pollo, con ternera, con cordero o con pescado,
dependiendo de la zona donde te hayes. Ves a los comerciantes como hacen arder
sus pequeñas barbacoas en la calle para luego en la puerta poner a cocer sus
estofaditos en esos tajines o recipientes de barro con forma de sombrero de
bruja.
Ollas ecológicas, 100% naturales, sin esmaltes ni teflones venenosos. Y
calor natural de brasas, a esos tajines les pican sus patatas, zanahorias,
aceitunas, y sin agua cuecen al calorcito toda la mañana. El resultado ya os lo
podeis imaginar.
Por 3 euros comíamos un tajine para dos personas,
entra el tierno pan y el agua, ya sabéis que en Marruecos ni cerveza ni vino
entra en ningún menú.
Merendar es lo más, ese maravilloso té o café, con
pastitas de todo tipo, cientos de variedades a escoger, para quedarte tonto. Pero
lo que más me ha gustado son los crêpes marroquíes, por doquier veías
mujeres con las manos untadas en aceite amasando las deliciosas tortitas. Y a
30 cts la tortita, ¡escandaloso ese precio con lo ricas que están!.
Así nos las hizo Hakima el primer dia que llegando
cansados de patear Casablanca, nos encontramos esta deliciosa merienda: crêpes
hojaldrados, mermelada de naranja casera, aceitunas y dátiles; ¡y como no!, un
estupendo té marroquí.
La cena no deja de ser también singular, después
de todo el día comer más de lo que realmente se necesita, optan por algo ligero
como una “harira” o sopa marroquí. Las hay de muchas maneras pero nosotros
probamos la típica de tomate y verduras con fideos gordos y una “harira”
bereber de color blanco por la leche, con un chorrito de aceite de oliva virgen. Buenísimas
ambas, me gustaria hacer una para ahora, yaaaaaaaa!!!!
Todo lo que os he explicado lo baso en mi experiencia personal y mi forma de haber visto y vivido este viaje. Quizás la euforia y la belleza del paisaje me haya distorsionado la realidad, pero, ¡¡lo dudo!!
Todo lo que os he explicado lo baso en mi experiencia personal y mi forma de haber visto y vivido este viaje. Quizás la euforia y la belleza del paisaje me haya distorsionado la realidad, pero, ¡¡lo dudo!!
Bueno, he tenido la suerte de topar con una pagina
web maravillosa donde hacen de forma muy vistosa y fácil todas estas recetas,
prometo enseñaros todas estas recetas aprendidas de Hakima y Recetas Halal. Un beso y espero os haya servido.
¡¡Assalam Alaikum amigos!!
Que recuerdos de mi viaje!! Me encantó Marruecos!!!! Y la comida... sin palabras!! Para desayunar comíamos esa especie de crepe, de lo mejor que he probado nunca!!! Nos lo ponían con miel por encima... y un día compramos un queso marroquí y lo comimos con el crepe... que maravilla!!! (todavía no era vegana...).
ResponderEliminarY el té por la tarde con las pastitas... bueno, ir allí es un regalo para los sentidos!!
Me ha gustado mucho tu resena del viaje ;) Me quedo por aquí a leerte! Besitos
Gracias por visitarme, me siento muy halagada y además me encanta que te haya gustado el post. Prometo colgar pronto la receta de los crepes marroquis, además no llevan huevos ni leche, un beso Esther y nos vemos en Quinoa&Wakame.
ResponderEliminarGracias por tu visita, la lasača parece buenísima! Un abrazo y felicidades por tu blog.
ResponderEliminarGracias sra arándana yo si que te agradezco la visita. Besos.
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