En la antigüedad los panes más blancos eran el manjar de los reyes y los panes integrales eran el alimento de los pobres. Menos mal que los tiempos han cambiado y lo que todos deberiamos saber es que la harina integral posee más nutrientes que la blanca.
Contiene 3 veces más fibra que la harina blanca y eso nos ayuda a mejorar el extreñimiento y a combatir el cáncer de colón y mama.
Gracias a este alto contenido en fibra, los carbohidratos son absorbidos de forma lenta y gradual, así se mantienen los índices de glucosa en sangre por más tiempo y eso nos produce una mayor sensación de saciedad.
Con estos índices glucémicos bajos estamos preveniendo enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, la obesidad y estamos reduciendo el riesgo cardiovascular.
Aporta una mayor cantidad de ácidos grasos esenciales con lo que disminuimos el colesterol "malo" LDL y aumentamos el "bueno" o HDL.
Tiene cinco veces más magnesio y vitamina B6 que la blanca y diez veces más selenio.
Cuadriplica a la harina blanca en hierro, la triplica en zinc y la duplica en calcio.
Por último, me gustaría resaltar que el gran problema de las harinas refinadas no solo es la falta de fibra y de nutrientes sino los adictivos que le añaden para blanquear y mejorar químicamente a fin de conseguir un pan más esponjoso y crujiente, alejando el resultado de su original producto: el trigo.
Gracias a este alto contenido en fibra, los carbohidratos son absorbidos de forma lenta y gradual, así se mantienen los índices de glucosa en sangre por más tiempo y eso nos produce una mayor sensación de saciedad.
Con estos índices glucémicos bajos estamos preveniendo enfermedades como la diabetes mellitus tipo 2, la obesidad y estamos reduciendo el riesgo cardiovascular.
Aporta una mayor cantidad de ácidos grasos esenciales con lo que disminuimos el colesterol "malo" LDL y aumentamos el "bueno" o HDL.
Tiene cinco veces más magnesio y vitamina B6 que la blanca y diez veces más selenio.
Cuadriplica a la harina blanca en hierro, la triplica en zinc y la duplica en calcio.
Por último, me gustaría resaltar que el gran problema de las harinas refinadas no solo es la falta de fibra y de nutrientes sino los adictivos que le añaden para blanquear y mejorar químicamente a fin de conseguir un pan más esponjoso y crujiente, alejando el resultado de su original producto: el trigo.
El consumo elevado de harinas refinadas hace aumentar la insulina, afecta al peso y al sistema circulatorio.i No es una buena excusa para cambiar!
¡¡Ahí lo dejo caer!!
¡¡Ahí lo dejo caer!!
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